libros atrapan

Croquetas de… Libros que atrapan

Creo que hay dos tipos de lectores: los que, cuando comienzan a leer un libro, no lo dejan hasta llegar a la última línea, sin importar si les gusta o no. O los que, cuando empiezan a leer, si no sienten que los libros les atrapan, lo abandonan sin terminarlo.

 

Yo soy del último tipo de lectora. No puedo evitarlo. Si no siento una atracción irresistible hacia una historia, hacia cómo está contada, hacia los personajes que me presenta o hacia la realidad en la que sus líneas me zambullen, abandono su lectura.

 

Para poder seguir leyendo un libro, necesito sentirme atrapada por él. Necesito percibir que quiero abrir sus páginas y seguir adentrándome en su historia. Si esa sensación de que me atrapa no emerge y no intuyo un interés real por lo que me ofrece, no quiero y no puedo seguir leyéndolo. Quizás me pierda algo interesante, pero sencillamente no me gusta leer de esta forma tediosa.

 

Realmente no sé qué elementos son los que despiertan esas ganas de aferrarme y de entregarme a la lectura de un libro, y cuáles no. Porque no depende de un autor (he leído libros de un mismo autor con mucho ahínco y sin embargo otros se me han atragantado), ni de un género, ni de nada de lo que sea consciente. Espontáneamente ocurre y no puedo luchar contra ello.

 

A algunos libros intento darles más de una oportunidad, es decir, me fuerzo conscientemente a continuar pasando páginas, confiando en que en ellas habrá algún elemento que consiga despertar ese interés, esa sensación de que el libro me atrapa. Con otros, ni siquiera eso. Y más pronto que tarde entran a ocupar un lugar poco privilegiado en las estanterías de mi casa.

 

Libros que atrapan y la sensación de sólo querer seguir leyendo, o no

 

Sin embargo, la sensación de sentirme atrapada por una historia es bastante impredecible, pero cuando sucede, sólo quiero seguir leyendo.

 

Irremediablemente, según avanzo en la lectura de las páginas, comienza a invadirme una sensación de inseguridad. Quieres seguir leyendo, adentrarte en la trama de la historia y desenmascarar a sus personajes, pero paralelamente no quieres que ésta termine.

 

Es una sensación mágica, que se escapa de tu control.

 

Eliges entonces dos caminos opuestos: o dosificar tu lectura, para saborearla durante más tiempo, distrayéndola con otra cosa, o avanzar por sus páginas sin límites de tiempo. En este último caso, el libro te acompaña allá donde vayas, hagas lo que hagas, y sacas tiempo para dedicar a su lectura que pensabas imposible.

 

¡Qué placer cuando esto ocurre!

 

¡Y qué gozada si además tienes todo el tiempo del mundo para dedicarte a leerlo!

 

Y tú, ¿qué tipo de lector eres? ¿De los que abandonan sin piedad, o de los que no pueden dejar un libro a medias?

 

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