John Blanding fotocall película Black Mass.

Croquetas de… Inmortalizar fotográficamente nuestra cotidianidad

“Estamos perdiendo la capacidad de disfrutar de los momentos importantes” escribía el fotógrafo Miguel Ángel Morenatti en Twitter. La fotografía que acompaña este tweet lo dice todo y sobran las palabras, sin embargo, la reflexión del fotógrafo es algo que, quizás por deformación profesional, a menudo me planteo.

 

 

Es indudable que la relación cotidiana con las fotografías ha cambiado drásticamente desde que apareció la fotografía digital y volvió a adquirir nuevos niveles desde que cada uno de nosotros lleva un móvil con cámara en el bolsillo. Las redes sociales y las aplicaciones de mensajería han hecho el resto, y cada vez es más común ver cómo la mayoría de la gente quiere hacer fotos de todo lo que acontece en su vida.

 

Como fotógrafa he de decir que me maravilla el hecho de que el acceso y uso de la fotografía se haya extendido de esa manera. Creo firmemente en la capacidad de comunicar de una instantánea, y pienso que es positivo para nuestra profesión el hecho de que las fotos sean utilizadas cotidianamente por cada vez más gente.

 

Mantener momentos en la retina de la memoria

Sin embargo, he de decir también que me abruma la necesidad que existe de que cada evento cotidiano tenga que quedar retratado. Personalmente hago muchas fotos, pero tampoco estoy constantemente tratando de documentar todo los acontecimientos de mi día a día. Sencillamente no me sale. Sigo queriendo mantener muchos momentos en la retina de mi memoria y no inmortalizarlos para siempre.

 

¿Es eso disfrutar del momento? Pues sinceramente no lo sé. Seguramente mucha gente disfrute del momento, mirando por la pantalla del móvil y haciendo una foto para poteriormente volver a verla. Otra gente sencillamente la hará para poder compartirla con sus amigos y familia o en sus redes sociales… Pero personalmente prefiero mirar y admirar muchos momentos sin sacar la cámara y sin tomar fotos. Y captar todos los matices que describen esa escena y disfrutar con ello de ese momento único, irrepetible e irreproducible.

 

Es, claro está, una elección personal tan válida como cualquier otra, pero yo, al menos hasta ahora, he preferido reservar la dulzura y el recuerdo de muchos momentos para mi memoria.

 

Y a ti, ¿te gusta inmortalizar fotográficamente tu cotidianidad?

 

Foto: John Blanding, del Boston Globe,

fotocall de presentación de Black Mass.

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