Vivir entre dos culturas te abre los ojos a pequeños detalles, que quizás de no ser así nunca te pararías a pensar. Y no sé muy bien por qué, hoy me venía esto a la cabeza en relación a algo tan importante como son las portadas de los libros.
Me gusta pensar en las casualidades como algo natural, como causa de un destino que no llega por azar, sino que inconscientemente buscas, aunque tu consciencia no lo sepa aún, pero que precisamente por eso encuentras.
Hace unos años, trabajé en un periódico de periodicidad semanal especializado en el ámbito de la integración de la inmigración en España. Se llamaba Sí, Se Puede.
Definirme profesionalmente no me resulta nada fácil: periodista, fotógrafa, creadora de contenidos, redactora, narradora, entrevistadora, reportera, documentalista, retratista, artista… Quizá sea porque encasillarme nunca me ha gustado. Por ello, este espacio virtual nace con el objetivo de describir lo que hago, lo que disfruto haciendo cada día, y olvidarme de la etiqueta que lleva asociada, de la caja que lo contiene.
Mi nueva ventana al mundo, mi nueva página web y este blog, nacen principalmente con un objetivo: mostrar mi trabajo y la enorme diversidad que hay en él, sin etiquetas, sin ataduras, sin límites… mezclándolo todo en un orden lógico y dinámico, para conseguir con ello, seguir explorando nuevas experiencias, nuevas realidades, nuevos proyectos, nuevos retos, nuevos caminos profesionales… nuevas historias.