Para bien o para mal, soy muy friki con las tildes. No puedo evitarlo. Incluso en WhatsApp escribo con ellas. Y seguramente sea ésta la razón por la que siempre me ha inquietado escribir «sólo» sin tilde. Bueno no siempre, únicamente desde que la RAE impuso esta recomendación en 2010. Hace poco más de un año esto cambió, porque como tantos otros, conscientemente me negué a no tildarla más.
Leer más›