Los días de cualquier persona están repletos de historias. Si nos paramos a pensarlo, casi desde que nos levantamos, hasta que nos acostamos, estamos escuchando, leyendo, viendo o contando historias.
Seguro que muchos habéis leído y oído sobre Bitcoin y la tecnología que la sustenta: blockchain (cadena de bloques), una moneda virtual descentralizada y su libro de contabilidad distribuido, que desde hace unos años, y con más intensidad durante los últimos meses, acapara periódicamente y por diferentes motivos titulares de prensa en los medios nacionales e internacionales.
Vivir entre dos culturas te abre los ojos a pequeños detalles, que quizás de no ser así nunca te pararías a pensar. Y no sé muy bien por qué, hoy me venía esto a la cabeza en relación a algo tan importante como son las portadas de los libros.
Me gusta pensar en las casualidades como algo natural, como causa de un destino que no llega por azar, sino que inconscientemente buscas, aunque tu consciencia no lo sepa aún, pero que precisamente por eso encuentras.