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Croquetas de… La escalera y sus vecinos

Mi padre es administrador de fincas, lo que ha hecho que desde pequeña haya podido conocer de primera mano los intríngulis de esta profesión, y de muchas de sus realidades asociadas: comunidad y escalera de vecinos, conflictos vecinales, problemas de impagos en las comunidades…

 

Hace ya algunos años, profundicé con un trabajo fotográfico documental sobre una realidad relacionada con este mundo, y sin duda mi interés por ello nació de la profesión de mi padre. Influenciada por su opinión sobre el importante papel que juega en una escalera de vecinos el portero o portera, a la vez que es una profesión que pasa desapercibida para el común de los mortales e incluso a menudo es ignorada o despreciada, decidí adentrarme en ello.

 

El proyecto lo titulé En la Soledad del Portal y conceptualmente lo resumía de la siguiente manera:

 

“Aún estando fuera de las paredes del hogar, el portal se convierte en una extensión de la vida familiar, a la vez que es el paso obligado a la vida social. En ese aspecto impersonal de hogar que inunda los portales, los porteros y porteras son piezas clave que, aunque tienden a desaparecer, siguen todavía muy presentes en la cotidianidad de muchos de nosotros.

Rodeados de mitos, representan una realidad social que merece ser observada de cerca.”

 

Parte de este proyecto fue seleccionado por Photographic Social Vision para formar parte una exposición fotográfica internacional titulada DOMÈSTIC.

 

A nivel personal fue una experiencia increíble y muy enriquecedora adentrarme en este mundo, tan cotidiano y a la vez tan inexplorado.

 

Y aún a día de hoy no puedo evitar posar la mirada en muchos detalles de los portales por los que paso a diario, o fijarme en los rostros de los profesionales que custodian y velan porque los portales y las comunidades estén impolutas.

 

Quizá por ello, cuando leí hace unos días en Yorokobu sobre la iniciativa La Escalera no pude evitar emocionarme.

 

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Convivencia vecinal más alla de compartir escalera y número de portal

Bajo el lema: “La vida es un problema común, ¿lo resolvemos en comunidad?”, La Escalera es un proyecto de investigación e intervención social impulsado y coordinado por Rosa Jiménez, en colaboración con la cooperativa Indaga, y gestado en el Medialab-Prado.

 

La Escalera nace con el objetivo de “facilitar el encuentro y el apoyo mutuo entre vecinas y vecinos de una misma comunidad y provocar una reflexión acerca de las relaciones cotidianas en entornos comunitarios”, según explican en su página web, por la que recomiendo navegar para conocer algunas de las historias de las 25 comunidades de vecinos que, por el momento, están participando en la iniciativa.

 

Algo tan sencillo como una pegatina en tu buzón ofreciendo compartir el wifi, regar las plantas o un café a aquel vecino que le apetezca pasarse por tu casa a tomarlo, puede ser el detonante para que las relaciones vecinales inexistentes o incluso mermadas puedan brotar o reconducirse.

 

Como en una comunidad de vecinos en Alvarado en la que se encontraron con varios problemas: tenían que afrontar una derrama para poder pasar una Inspección Técnica de Edificios, a la par que uno de los inquilinos del edificio tenía una deuda acumulada con la comunidad. Finalmente, entre los vecinos, llegaron a la conclusión de que para satisfacer sus deudas, sería Raúl, ese vecino, el que haría personalmente las obras en el edificio. Y así se hizo. El resultado: juntos resolvieron dos importantes problemas de la comunidad, sin conflictos, sin tener que poner nadie más dinero y lo que es más trascendental: con el apoyo de todos.

 

Sin duda, La Escalera es de ese tipo de historias que hay que difundir. A ver si crecen, para lograr que la convivencia de más y más vecinos y vecinas vaya más allá de compartir un simple número de portal en su dirección.

 

¡Precioso y fascinante!

 

Y de paso, ahorraríamos disgustos a mi padre y a sus colegas de profesión, que nunca está de más ;), ¿verdad papá?

 

 

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